
Es un error pensar que quienes trabajan el cuerpo no trabajan la mente.
Tu poder mental es el 50% del éxito de tus sesiones. La motivación es tanto o más importante como el esfuerzo físico que implicas.
Hay una serie de hormonas que ayudan a la realización de uno mismo y animan a seguir practicando ejercicio por el efecto tan positivo que desprende en la mente y el cuerpo.
Las hormonas encargadas son las endorfinas y otros neurotransmisores como la serotonina son vehículos de la felicidad, euforia, placer y alivio del dolor.
La dopamina es otro neurotransmisor que produce la actividad física, directamente relacionado con la estabilidad emocional, sin embargo la recepción dificultosa de esta sustancia origina una larga lista de enfermedades relacionadas con el desequilibrio emocional y, por lo tanto, con la falta de bienestar.
La adrenalina y noradrenalina aumenta la respuesta física, mental y levanta el ánimo.
Incluso acetilcolina que regula áreas del cerebro como la atención, la memoria y el aprendizaje activadas durante el ejercicio.
Puede que la melatonina también intervenga como antioxidante que estimula y favorece el sistema inmunológico, aumenta la energía y la capacidad de esfuerzo físico. Se le atribuyen propiedades relacionadas con la sensación de bienestar, el retraso del envejecimiento y estados de gran calidez en la vejez.
Éstas sólo son alguna de las sustancias que el cuerpo o la química cerebral proporciona traducido en sensaciones de confort y bienestar. En la medida en que consigas pequeños cambios se retroalimentarán con la autosugestión que provocas al verte en el espejo, seguida de gratificación y seguridad.
El ejercicio siempre ha sido un gran estimulante, por esa misma razón cuando te sientes decaído obtendrás (incluso con poco tiempo 30 o 45 minutos) invertir tu esta de ánimo hacia una agradable sensación.
Un vehículo para tu motivación son los objetivos o metas que te marques, los que deberán ser divididos en metas volantes. Como una persona cuando quiere adquirir más fuerza y reducir grasa, hasta que lo consiga pasará por varios periodos que le resultarán fáciles o difíciles. Para que ello mantenga viva la motivación cada semana habrá que llegar a pequeñas metas que, al mismo tiempo, te indican que estás en camino correcto, pequeños pasos que te llevarán a un gran avance.
Si no te salen las cosas como quieres no ganarás nada castigándose a ti mismo, las pruebas que no consigues superar son enseñanzas, como ensayos que harán que estés mejor preparado para las siguientes.
Tienes que verte capaz de mejorar, de alcanzar aquello que quieres siempre con tesón y constancia, porque hay muchos modos de llegar si crees que sin ciertas herramientas no podrás. Potencia aquello que tienes y mejorarán otros aspectos porque se transmiten esas sensaciones positivas.
Ve a por ello sin miedo, sin condicionamientos...las metas estarán a tu alcance en cuanto te pongas en marcha.
¡Felices Fiestas y feliz año nuevo!!