viernes, 1 de enero de 2010

Elige Dieta Mediterránea


Ha empezado el nuevo año, a algunos les tocará hacer un esfuerzo doble a otros deshacerse de unos pocos kilos, todo para empezar el año marcándonos metas en mejorar personalmente, mejorar la imagen y el fin más importante mejorar la salud que al cabo de los años mermará inexorablemente.

En nuestras manos tenemos el poder de los medios de comunicación que todo lo rodean como; artículos sobre alimentación, publicidad sobre nuevas formas de adelgazar, máquinas que se tragan los depósitos de grasa, trucos de belleza, dietas revolucionarias (pero sin ningún fundamento).

Todos los que han probado dietas podrán afirmar que alguna sí les ha funcionado en contraposición a muchas que les ha robado tiempo, dinero y esfuerzo, entre otras cosas importantes. ¡Seguro que este año no queremos que nos pase lo mismo!

¿Por qué no echamos un vistazo a nuestra tradición?, quizá ella nos sepa dar una sabia respuesta.

Voy a ser yo quien os acerque la tradicional "Dieta Mediterránea" a vuestros hogares para los que no lo sepan y para los que ya lo conozcan me gustaría ampliar la información veraz que tengo de mi mano porque se pueden contar muchas cosas pero lo importante es "no engañar".


Los principios de la Dieta Mediterránea viene dada por la disponibilidad geográfica que aprovechó la riqueza de la naturaleza, a lo largo de los años las cosechas fueron ganando en calidad, los viñedos tomaron protagonismo y con el paso del tiempo sus beneficios han sido corroborados. Paulatinamente se introdujeron alimentos de otras culturas, una de las ventajas de la Dieta; que tiene la capacidad para adaptarse a nuevos alimentos y a nuevos tiempos.
La Dieta Mediterránea es símbolo de salud y longevidad, para nosotros es muy fácil encontrar esos productos tan beneficiosos, son de consumo habitual y muchas veces no nos damos cuenta del tesoro que tenemos al alcance de nuestras manos:

El tan preciado "oro" de las tierras andaluzas, el Aceite de Oliva, conocido internacionalmente y producto estrella de nuestra dieta.

El vino y la cerveza como acompañamiento de las comidas, donde su consumo moderado además de agradar nuestro paladar, proporcionan grandes beneficios cardiosaludables y antioxidantes.

La riqueza de nuestras huertas en hortalizas y verduras es tan variada que nos ofrecen una proporción de lo más completa en vitaminas y minerales, betacarotenos y fitonutrientes.

Las frutas y frutos secos, todos sabemos que son muy sanos. Las frutas mejor tomarlas de temporada, el momento en el que será más difícil que pierdan alguna de sus propiedades. Por otro lado, lo frutos secos son ricos en grasas (buenas) insaturadas y contienen Omega 3, además de potasio, calcio y magnesio.

La variedad de quesos curados, tiernos ,tetillas. Su modo de elaboración deja constar la parte tan sana de los lácteos. Un alimento insustituible para las embarazadas.

Con la misma importancia de los anteriores alimentos la Dieta Mediterránea se vale de la riqueza marina, con gran variedad de pescados y carnes que contienen ácidos grasos esenciales y proteínas de alto valor biológico.

Por último el trigo y sus muchas formas de elaboración completan esta dieta tan equilibrada.

Sus beneficios no les dejarán indiferentes: -mejora el estado cardiovascular y aumenta paralelamente la longevidad.
-reduce la tasa de cáncer por el gran consumo de alimentos antioxidantes, que reducen los radicales libres culpables de éstas patologías.

-ayuda a mantener el control del peso corporal

-reduce el colesterol LDL y con él enfermedades coronarias, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad ,etc.

-regula el tránsito intestinal, a través de las hortalizas, verduras, frutas y frutos secos que pueden llegar a superar los 30gr diarios recomendados.

-menor hipovitaminosis e incidencia de diversos estados carenciales. La buena combinación de éstos alimentos completa las necesidades diarias de vitaminas, minerales y oligoelementos.
-popularmente es un elemento de cohesión social, en nuestra cultura se produce un acercamiento de las relaciones sociales en el acto de comer.


La Dieta Mediterránea no es una dieta mágica que consiga resultados en la primera semana, no se tiene por qué pasar hambre, se trata de una manera de comer estructurada, equilibrada, aprovechando los recursos de nuestro país, podemos encontrar cualquier plato propio de ella en casi todos los restaurantes, su abanico de posibilidades en cuanto a alimentos es superior a cualquier otra.
Sus beneficios están reconocidos por la Comunidad Científica Internacional, en cuanto a las enfermedades cardiovasculares se ha comprobado que mejorará la patología una vez desarrollada.

Es más que una dieta, es un cruce de culturas, una forma de vivir, alimentarse y encontrar calidad de vida.
Así que vive y disfruta (sanamente).


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