lunes, 7 de junio de 2010

La Mujer en las Artes Marciales


Todavía existen razones por las que no esta bien visto que una mujer practique deportes de contacto incluso por otras mujeres; agresividad, lucha, enfrentamiento, dolor u otras que imaginemos mucho peores. La finalidad del acto deportivo en sí no están hechos para nosotras (en parte), el cuerpo femenino es frágil, nuestras estructuras delicadas y a la mayoría no le gusta pelear. Pero la finalidad del deporte es mucho más importante de lo que se puede prejuzgar a simple vista.

Las mujeres pese a su fragilidad y diferencias anatómicas se ha ido quitando de encima ese estereotipo tan marcado en los deportes de contacto.
Comenzaron a hacerse notar en los años 60, ha habido muchas adeptas pero la evolución del propio arte marcial a día de hoy se ve en diversidad de disciplinas y nuevos estilos donde confluyen siempre la ganancia de seguridad, menor vulnerabilidad y un cambio de actitud ante las pruebas que nos depara la vida.

Deportistas como Coral Bistuer (taekuondo) o Isabel Fernandez (judo) ya han pasado a la historia, pero la lista de mujeres campeonas u olímpicas en estas disciplinas sólo en España es larguísima.

La preparación física como en cualquier deporte es fundamental e insustituible, por lo que quiero remarcar que siendo un deporte de los más completos y de alto impacto hay un porcentaje de lesión mayor, sin una preparación previa. Siempre ajustando el trabajo a nuestras necesidades personales...y objetivos.

Ahora esto ha cambiado, la mayoría de practicantes no profesionales se benefician de un método de entrenamiento que les sirve tanto para verse mejor físicamente como para aprender de la disciplina, eliminar estrés y ganar confianza.
Son buenas para la salud mental, canalizan la energía y enseñan el, a veces tan difícil "dominio del cuerpo", desarrollando la fuerza desde el interior.
La mejor manera antes de comenzar es adecuando el cuerpo a las demandas energéticas, que suelen ser muy elevadas, trabajando con la carga del propio cuerpo al tiempo que desarrollando coordinación, agilidad de acción y reacción, junto con el equilibrio... lo que nos proporcionará las bases sobre las que cimentar la preparación del cuerpo y la mente.

Si estás dudando en probarlo, lánzate y hazlo, todo lo que aprendas será positivo y si no lo pruebas nunca sabrás si te gusta.
Desde mi propia experiencia dado que no soy partidaria de ningún tipo de agresividad me he dado cuenta como los sabios supieron trasmitir sus artes como un todo en “cuerpo, mente y espíritu”, ahora aplicado a los tiempos modernos como una “terapia”.


En la próximo post explicare las diferencias de cada disciplina donde podremos encontrar los beneficios de las artes marciales según nuestras preferencias.


Practica, disfruta y vive (siempre sanamente).